Un 12 de junio de 1983 en el hospital San José de Bogotá, nace el menor de cuatro hermanos, Edgar David Martínez Pérez, trayendo felicidad al hogar conformado por Gladys Pérez Rojas (fallecida) y Gilberto Martínez Español. Inicia sus estudios en uno de los mejores colegios de la localidad de Fontibón, es allí donde una profesora  notó que Edgar era un poco distraído, no rendía académicamente y siempre manifestaba una actitud de somnolencia en clase.

Sus padres inmediatamente deciden realizar una valoración médica en donde le diagnostican una deficiencia en el aprendizaje llamada: Retraso cognitivo leve. El psicólogo en esa época, recomendó que no se forzará el desarrollo académico. A mediados de ese mismo año, se retira de la institución y comienza a participar en otras actividades en centros de educación especial, en donde le enseñaban a hacer manualidades y enfocarse en las artes.

Con el pasar del tiempo, a la edad de 15 años, su padre cambia su creencia religiosa y empieza a asistir a una Iglesia Cristiana junto con Edgar, allí fue bautizado y congregado. Una de las actividades que llamó la atención de Edgar fue la música; inquieto por ello, en la Iglesia vieron un talento innato y es incorporado al grupo de música de la misma, en donde comenzó a tocar los bongos.

En la actualidad, lleva 20 años en la congregación, en donde 10 de esos años ha tocado la batería en la alabanza y ha participado en diferentes actividades dominicales. Por un problema económico de su padre, se tienen que trasladar a la localidad de Suba, a la casa de su abuelo materno, pero esto no fue impedimento para Edgar, ya que siempre busca la manera de asistir a la Iglesia de Fontibón y de participar en las actividades musicales que esta propone.

En el año 2016, inicia su proceso en FUNDEI incorporándose en las clases de música, participó en las tres versiones de “Inclusión es Diversión”. En los años 2018 y 2019, se presentó en el colegio Gerardo Molina Ramírez, en el evento “La Buena Vecindad”, en donde asisten más de 3200 invitados, para ésta institución es primordial la inclusión, allí demuestra que es un artista integral en la danza y la música. Todas estas actividades han contribuido al desarrollo cultural y la propagación del arte, independientemente de las discapacidades que se tengan, Edgar demuestra que no es impedimento y puede destacar en todo.