Desde siempre, en casa lo han reconocido por ser alguien feliz. Cuando mencionan el nombre de David lo único que puede pensar su familia es en felicidad, pues es esa persona tranquila que motiva e inspira a todos.

Aunque asistieron a todos los controles pre natales, nunca quisieron saber cuál era el género del bebé, ya con un hijo varón y tres mujeres querían que el nuevo integrante de la familia fuera una sorpresa para todos. Con ansias, esperaron nueve meses para conocer esa persona que llegaría a sus vidas, sus hermanas, estaban felices de poder tener en casa un bebé.

Sus padres no olvidan el día del nacimiento de David, pues al haber tenido un embarazo muy tranquilo, su madre Maria Cristina García, tras varios episodios de estrés en el trabajo, empieza a tener una hemorragia que provoca el nacimiento del bebé. Pasadas largas horas, y una cirugía que no estaba planeada para el parto, nace el pequeño. Dada la situación inmediatamente se llevan el niño, y su madre queda en una estricta observación de los médicos, pues perdió mucha sangre en el parto, razón por la que quedó delicada de salud.

Mientras ella era atendida en una habitación, el pequeño David, estaba también en observación, pues alcanzó a consumir sangre de su madre. Un día después del parto, entran los doctores a dar la noticia que era un varón y que tenía síndrome de Down; sin saber qué era eso, María Cristina empieza a llorar, pues suponía que era algo grave, y su padre también confundido se preocupa. Al ver la situación, una doctora empieza a explicar qué es el síndrome de Down, con ejemplos, cifras y estudios aclara un poco el panorama de lo que sería la vida de David.

María Cristina fue dada de alta a los pocos días, pero David, tuvo que permanecer un mes más internado, pues al momento de nacer adquirió una infección que obligaba observación constante de profesionales. Mientras tanto, en casa hacían un arduo estudio de cómo debía ser tratado el niño, que cuidados necesitaba, y cómo podía desenvolverse a lo largo de la vida.

Cuando llega a casa el niño, todos olvidan el síndrome de Down, pues la felicidad invadía cada rincón de la casa, era la persona que todos estaban esperando y por fin estaba allí. Al principio, David tenía que usar oxígeno, sin embargo, no fue impedimento para que fuera creciendo de manera tranquila y normal. Sus hermanas lo cuidaban mientras sus padres estaban trabajando, lo que creó un fuerte lazo entre David y las niñas.

Un año después le quitan el oxígeno al pequeño, y empieza a asistir a terapias con profesionales que hacían estimulación para el desarrollo motriz, lo que ayudó a que él adquiriera nuevas habilidades. Uno de los días más felices en la familia es cuando David dio sus primeros pasos, con tan solo 14 meses, y tomado de la mano de su madre da uno, dos, tres, y después muchos más pasos solo.

Después de ese día alegre, David empieza a ser más independiente, pues ahora iba solo a donde él quería; aunque, cuando llegaba la noche, corría donde su mamá para dormir con ella. Cuando entró al jardín, fue feliz, ya podía compartir con más niños de su edad, además, aprendió muchas cosas. Siempre destacó por su creatividad, dibujaba y pintaba como ningún niño de su edad lo hacía.

Su infancia fue muy tranquila, aunque se le dificultó la lectura y la escritura, destacaba en otras actividades, esas que eran más de creatividad, dibujar, pintar, bailar y la música. Siempre ha sido un apasionado por las artes, en especial la música, cada vez que escucha un ritmo, empieza a mover su cuerpo de manera coordinada.

En el año 2019, su madre conoce FUNDEI, un lugar donde David puede aprender más a cerca de artes y actividades diversas que pueden fortalecer sus capacidades. Música y danzas son sus clases favoritas, incluso, ha participado en presentaciones, en las que destaca por su coordinación y perfección en los pasos.

Día a día David fortalece sus capacidades y hace lo que más le gusta. Su inclinación por las artes es cada día más fuerte; se esfuerza por ser mejor en lo que le apasiona. Espera poder seguir con sus actividades todo el tiempo que le sea posible, dando a conocer su talento, y sobre todo, que se puede lograr lo que se desee cuando se hace con pasión y amor, no importan las dificultades, ni siquiera tener un síndrome, que en realidad, lo hace más feliz y creativo.