La nena, así la llaman en casa. Es una
mujer que se caracteriza por su inocencia,
paciencia y ternura. Está atenta y dispuesta
a ayudar a quienes la rodean; siempre tiene
una sonrisa, acompañada de la sensación
de que todo estará bien.
Adelina Liquitian estaba embarazada por
segunda vez, pero a diferencia del primer
embarazo, en este hubo complicaciones de
salud, pues empezó a sufrir de la tensión,
razón que hace que su bebé nazca antes
de tiempo. El embarazo que aún no estaba
a término, finaliza a las 35 semanas. Con
temor y alegría recibe a la niña que se
convertiría en su cómplice y compañera de
vida.

Drey Alejandra Aragon Liquitian, la bebé, era tan pequeña que nadie podía
tomarla en brazos. Ttras seis días de observación continua en la Unidad de
Cuidados Intensivos, Drey pasa a cuidados intermedios, donde ya puede ser
visitada por su madre, quien solo la podía ver a una distancia prudente, pero para
ella era suficiente; pues sabía que su hija estaba bien.
Así pasaron unas semanas, ya la madre de Drey dada de alta, iba todos los días a
ver a la pequeña, que solo podía ser alimentada con una jeringa. A pesar de las
situaciones difíciles Drey fue más fuerte que todo, tanto que al poco tiempo salió
del hospital para compartir con su madre y hermana mayor. Era un nuevo desafío

en la vida de Adelina, pues era un bebé canguro, sin embargo, siguiendo
atentamente las órdenes de los doctores Drey fue creciendo de manera positiva.
Aunque ya tenía dos meses, su tamaño era el de un bebé recién nacido; pero eso
no impide que su madre junto a la nena viajen al campo a visitar al abuelo
materno, pues se encontraba delicado de salud. Ya en el campo, y resolviendo
algunos asuntos, Adelina nota que algo extraño le pasa a su nena Drey, un poco
angustiada consulta a una doctora, quien empieza a explicar que lo que le estaba
pasando a la niña eran convulsiones, un poco confundida Adelina espera llegar a
la ciudad para investigar y recibir orientación de profesionales.
Cuando llega a Bogotá, inmediatamente empieza a consultar con doctores,
quienes después de varios exámenes diagnostican Epilepsia y retardo mental.
Pasado el tiempo y la niña más grande empiezan a hacer terapias para fortalecer
el lenguaje y capacidades motrices. Tras 25 terapias de lenguaje la niña responde
según lo acordado por los médicos.
A los dos años Drey inicia el jardín, allí empieza a desarrollar nuevas habilidades,
pues era una niña muy amable, sociable y creativa, aunque era la más pequeña
de sus clases. Termino exitosamente su etapa de jardín, sin embargo, tuvo que
permanecer un año más allí, pues era muy pequeña de estatura y por esa razón
no la aceptaron en el colegio. Pero eso no impide que ella siga ansiosa de conocer
cómo iba a ser esa nueva etapa de su vida.
Pasados unos años más, y ya no solo con la edad, sino que también con una
estatura promedio Drey ingresa al colegio Fe y Alegría, donde tuvo apoyo de las
directivas para brindar un acompañamiento adecuado a las necesidades de la
pequeña. A pesar de su discapacidad sobresalió entre sus compañeros, por ser
una niña atenta, ordenada e inteligente.
Mientras iba creciendo los ataques de epilepsia se volvían menos constantes, lo
que permite que se adapte aún mejor en el colegio; allí hizo grandes amistades
que le ayudaban y la hacían sentir bien. Con excelencia Drey termina su

bachillerato, ese logro personal también trajo alegría en su casa, su hermana,
madre y padrastro celebraron el acontecimiento.
En el año 2019, Drey establece una relación sentimental con David Mayorquín,
una persona que la quiere y la cuida. Incluso, ella y su madre conocen FUNDEI
gracias a él y al hermano, quien es uno de los maestros, que les recomienda el
lugar. Con curiosidad Adelina averigua y no duda en inscribir a su nena, pues allí
le iban a brindar un acompañamiento con profesionales de acuerdo a las
necesidades de Drey. “Conocí la fundación en el momento justo” afirma con
alegría en su voz Adelina, pues después del colegio la nena no pudo continuar
con estudios y solo estaba en casa.
Hoy, Drey es feliz en FUNDEI y en su casa, pues en la fundación realiza sus
actividades favoritas, además, puede estudiar y reforzar conocimientos. En
FUNDEI participa en lo que le es posible, adquiere cada día nuevos conocimientos
que aplica a su vida, y tiene acompañamiento de profesionales que apoyan las
necesidades. El estudio es lo que más le gusta, es aplicada y ordenada, siempre
le enseña a todos que si se puede, solo hay que esforzarse.